Bicentenario de la Independencia

DEL PATRIOTISMO COMO CONSTRUCCIÓN IDEOLOGICA DE LA IRREALIDAD AL DEBER DE CONFIGURACIÓN DEL IDEAL DE NACIÓN


                                             José María Carbonell

Este texto, no es más que un exorcismo intelectual que pretende desarrollar una catarsis mental de la falsa realidad de patria, hacia el deber que se tiene desde el ser actores de la educación en el reinventar la nación; lo anterior bajo el marco de la alusiva celebración de cien años más de independencia, para lo cual se seguirá el curso de la historia en sentido diacrónico, mostrando primero los hechos que tuvieron lugar en la celebración de 1910, a la vez que se realizaran las necesarias interpretaciones con el fin de proyectar el deber ser de evocar esos momentos hoy, para la construcción de sujetos nacionales.

Si bien, el mismo proceso de independencia fue motivado y desarrollado bajo el influjo de la revolución francesa y los pilares de la ilustración, ya que lo próceres bebieron de estas fuentes como inspiración intelectual, de la misma forma, se intento realizar la celebración y la exaltación de la patria, con base en los misma proyección eurocentrica, puesto que se miró la exhibición de París de 1867, - se mostraban maquinaria y adelantos tecnológicos mundiales- y la exposición universal de 1889 también realizada en París, que celebraba el centenario de la revolución francesa, en esta ocasión se presentaron los logros y avances tecnológicos, tales como: El teléfono 1876, el gramófono1877, la turbina a vapor 1884 la goma sintética1881, la cámara fotográfica 1888, el cinematógrafo 1895, la telefonía sin hilos 1895 y los prototipos de avión 1896. Evidente mente existe aquí un exaltar la industria nacional.

La celebración del primer centenario estuvo precedía de una visón mística gracias a la observación el cometa Halley el 20 de Abril del mismo año, puesto que ello sirvió de preámbulo para que se publicara el porvenir de Colombia como sigue: “Para Colombia, ese sol de conciencia de las grandes Patrias se levantará en 1910 ó desaparecerá del registro de las hijas de América. La hora del Destino ha sonado” ” (Revista de Colombia 2 mayo. 15 de 1910, pág 35.) De la misma forma y en la lógica de la imitación y en toda la hegemonía conservadora, bajo el gobierno de Rafael Reyes, se organiza entre el 15 al 31 de julio de 1910 una exposición Agrícola – Industrial, los medios impresos de la época señalan este evento así:

“Qué grata revelación! Un pueblo que ama así a la Patria de sus mayores, cualquiera que haya sido los retardos de su marcha, llegará a construir una gran Nación! Cuánta sorpresa la que ha experimentado el país al contemplarse de repente á sí mismo en todo lo que vale, por la grandeza de su corazón y por el cultivo de su inteligencia!... El centenario ha producido el milagro de la fe y por ella tendremos una gran Patria y coronaremos en breve una hermosísima civilización, de cuya cumbre no estamos lejos, según nos lo ha hecho ver la rasgadura de las neblinas al calor de este acto de amor” … En efecto, sin pecar de pedantería , podemos asegurar experimentalmente á nuestros lectores, por comparación deducida de nuestro reciente viaje a Europa, que el Parque de la Independencia con sus festejos, sus edificios y las manufacturas exhibidas allí, podrían servir de orgullo á cualquier nación del mundo” (Revista de Colombia 7 – 8 Ago 15 de 1910, pág 195.)

Mientras Europa presenta los avances a los que denominaron una segunda revolución industrial y la exposición buscaba inspirar en el público la fe en las capacidades civilizadoras del libre mercado y de la economía del laisesez faire, nuestra muestra de materia prima, maracuyá, yuca, ñame y plátano, tenía la intención de construir una imagen interna que permitía medir la imagen del país una vez terminada la guerra de los mil días , es por esto que se califica a este momento con el título de “La Hora del destino” , bajo este lema se pretendía que si en 1810 se produjo la emancipación política frente a España, en 1910 se debe producir la emancipación económica y espiritual de la nación, para lo cual organizaron en la exposición objetos representativos como Maquinas, textiles, motores, relojes, vidrios, presentados a la vista del público.



Otros hechos que rodearon la celebración fueron:

La iluminaciones eléctrica iniciadas en la noche del 18 de julio, en todo el sector donde se realizaba la feria, así como la iluminación del Parque de la Independencia que llevó a la extensión del alumbrado público antes inexistente. El 19 de julio en la plaza de Bolívar se reunieron, (dicen los periódicos de la época), unas 40.000 personas para saludar los festejos: “ a la primera campanada de las doce de la noche, esa multitud entonó el himno nacional y por todas las mejillas corrían lágrimas de ternura patriótica” (Revista de Colombia 7 – 8 Ago 15 de 1910, pág 194.) De esta misma forma se señala en el texto: Primer centenario de la Independencia de Colombia 1810 -1910. Pág 181 lo siguiente: “Tales carros” –Informa el boletín oficial del evento- “marchaban en medio de antorchas y de un inmenso gentío que cantaba entusiasmados el himno nacional.”, estas exhalaciones de patriotismo, los desfiles de estudiantes bañando con rosas la estatua de Antonio Nariño y al unisonó del las notas nacionales.

Surge de aquí algunos interrogantes como los siguientes: ¿Estas acciones son la apertura de las puertas de nuestro país al nuevo mundo? ¿Cómo lograr la nueva era cuando no hay industria nacional, cuando se cree que se ha alcanzado la modernización, sólo con el modernismo pero sin alcanzar una modernidad?

A estos elementos se une en la visión de una Colombia moderna, industrializada y en el camino del capitalismo, tesis que es criticada por algunos pensadores que definen que el influjo y la apropiación de objetos modernizados genera una “Modernización sin Modernidad”.

La adquisición de maquinas, el alumbrado eléctrico, el tranvía, entre otros, representan un modernismo de la técnica y la tecnología, pero sin alcanzar ni la modernización, que implica el uso del los avances tecnológico pero con el pleno conocimiento que permita a maximización de utilidad que ellos puedan brindar, para superar la subutilización que de todas estas herramientas se hacen, ni mucho menos la modernidad que se define como el desarrollo del sujeto que conciba desde los principios de la razón, para la construcción de la idea de nación, en su proceso de identidad e identificación, pues aún se continúan anhelando desde la visión mítica representada en el cometa un cambio provechos enviado desde el cielo.

Sin embargo la sociedad colombiana de este momento histórico está representando con los actos de conmemoración el ideal de progreso que emerge de un capitalismo industrial, pero se olvida que la base de la economía de nuestro país radicaba en un feudalismo tardío que se manifiesta en la hegemonía de los terratenientes por su control y dominio de la tierra, como aún sucede en algunas regiones de este país, que el 2% de la población representada las pocas familias son dueñas del 98% de la tierra productiva, es por esto, que no se puede definir que en ese momento existía un desarrollo industrial, el proceso de tecnificación del campo se dio sólo después de la primera mitad del siglo XX.

Por otra parte, la proyección de la celebración francesa para la celebración “nacional”, refleja la distancia existente tanto entre los países en industrializados y los países subdesarrollados como es el caso en América y especialmente en Colombia, es así como en la muestras de Europa se exponen los avances, y por el contrario aquí se expone el trabajo rustico, artesanal y domestico. Otro distanciamiento es el de una sociedad colombiana fragmentada, pues por un lado están el ideal de los ilustrados con sueños afrancesados y por el otro, la sociedad pobre, mestiza y fundamentalmente con un sincretismo religioso sin definir; una sociedad regionalizada, con proceso de comunicación paupérrimos que no permite la concreción de una unidad nacional.

Es por lo anterior, que hablar de un desarrollo del furor del patriotismo está determinado por el clasismo social o el sector social de las elites que mantienen el poder, un poder aún no consolidado.

Finalmente, plantear la tesis de “una imagen de una Colombia en la modernidad” sólo puede ser aceptada si continuamos viendo fraccionada y pensando desde un centro el todo de la sociedad Colombiana, pues un país que no se asume como tal, donde los sujetos políticos son amorfos y no existe un interés nacional, ya que a pesar de la nueva constitución se repite la época de la regeneración donde reaparece Rafael Núñez como el salvador de la Patria, en el nombre de un presidente que al igual es elegido bajo un toldo en una campaña a la presidencia y en la otra, bajo el toldo contrario, esto no puede darse si no es por la falta de alcanzar la Mayoría de Edad de esta sociedad que aún no ha hecho como diría Kant, uno de los padres de la modernidad: uso de su propia razón para regirse los destinos de la nación; y así como se pretende celebrar el bicentenario, ¿Cuáles son los artefactos y las excentricidades con las cuales se va a conmemorar la independencia ó cuál es la independencia con la perdida de la soberanía nacional? Y ¿Cuál es el ideal de sujeto a construir con esta celebración? Estas son preguntas que surgen si nos negamos a creer que vivimos en un país desarrollado e independiente económicamente y si nos cuestionamos el ser de nuestra sociedad es una sociedad ética y responsable con sus decisiones políticas?

Por:  Jorge Eliecer Mantilla
Lic. en Filosofia y Letras